Se nos apoderó del tiempo este crudo invierno
nevando por doquier a cualquier hora
en un intento conseguido de tenerlo presente
cual un ciudadano y aldeano omnipresente
en las calles y caminos de este Reino.
Trajo nubes cargadas de algodones
con el soplo inclemente de un viento
que raudo desnudó a los árboles
para dejar sitio en las ramas desvestidas
a los copos de las nieves frías
que en lenta e imparable caída
vistió de armiño ciudades y pueblos.

Hoy las palabras me hicieron crecer hasta tocar el cielo con los dedos y aunque es una metáfora desproporcionada para describir una "maratón literaria" ,es la mejor forma de hacerlo.
Tuve la oportunidad de repetir la experiencia con otros compañeros y experimentar sencillas formas de escribir que siempre enriquecen.
Hace horas que nos despedimos y no puedo evitar rememorar la experiencia personal.
Aumentar el bagaje que nunca pesa y que da tibieza al corazón y al alma.